martes, 25 de febrero de 2014

Un mensaje de facebook a mi prima Eva.

Hoy llamé a mi prima Eva para charlar un rato, de todo un poco... Llevábamos mucho sin hacerlo: entre el trabajo, una cosa y otra, pues se pasan los días. La última vez que lo hicimos le contaba yo mis avatares con mis deseos de poder crear un movimiento nuevo, que pudiera ser de denuncia profética sobre la realidad de la homosexualidad y la iglesia. Ella, un día, en sus grupos, sacó el tema y, en la charla por teléfono de esta tarde, pues me contaba lo que había estado hablando con los de su grupo, con la fuerza con la que ella habla, y con el amor que pone en sus palabras. La verdad, me ha encantado escucharla. Y, antes de ponerme a ver una peli que tengo grabada, pues me he sentado, después de cenar, a escribirle un mensaje por facebook a mi prima, para agradecerle que hablara de esa manera y con tanto cariño de esta realidad y de su primo. Sin darme cuenta, he empezado a escribir y a escribir y ¡bueno! ahora sí quiero también compartirlo en mi blog, que espero que cada día vaya siendo ese espacio que deseo que sea: un lugar para la comunicación. Ahí os lo dejo: 
"Gracias, prima, por las palabras tan bonitas de hoy y por ese amor que manifiestas en ellas y la fuerza con la que hablas de esta realidad, que tanto me toca. La historia de la humanidad y tú como politóloga lo sabes bien, está escrita con mucha sangre y dolor de por medio. Y la institución o toda institución está expuesta a integrismos y eso también lo habrás estudiado. La iglesia, aun siendo la familia de los que siguen al Señor, está también ligada a los esquemas del sistema humano: el poder, el control, el sin-sentido que, a veces, los hombres tenemos. En algunos temas se ve con más claridad que en otros y en lo referente a la posición católica con respecto a los gays se ve con mucha nitidez esa parte de "intransigencia o de sin-razón" que anida en todo colectivo humano. Toda estructura, para mantenerse a lo largo de los años, ha de contar con "rigideces" que la hagan sólidad y que pueda continuar a lo largo de los siglos. Y la iglesia también tiene de eso, aunque en ella hayamos nosotros recibido el regalo del Señor. Toda religión tiene esta parte oscura, gris, incómoda de ver. Y Jesús mismo la padeció hasta ser juzgado por "los religiosos de su época": a Jesús lo mataron los más creyentes de su momento histórico: judíos que se sentían en la posesión de la verdad del Dios de Israel. A Jesús lo mataron por causas religiosas. El poder ejecutivo fue Roma, pero los que lograron que a Jesús lo llevaran a la muerte de cruz fueron los "religiosos" de su momento histórico. Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su naturaleza, dice San Palbo. Al contrario, tomó la cruz y pasó como uno de tantos. Ahí radica nuestra paz y nuestro consuelo. ¡En Cristo! ¿Duele? ¡Claro que duele que la iglesia se mantenga intransigente en algunos temas o en el tema que nos ocupa: en la homosexualidad! Y lo peor de eso es la represión en los hogares católicos de esas niñas o niños que crecen en el miedo, en el temor de ser gay y, lo que hace más daño, en la represión de lo que verdaderamente eres. Dios no quiere el dolor del hombre, ningún tipo de dolor. Como decía el hermano Roger de Taizé: DIOS SOLO PUEDE AMAR, prima, DIOS SOLO PUEDE DAR AMOR. Pero las realidades de nosotros, los hombres, están condicionadas por eso mismo: por que son realidades humanas y no divinas.¿ Hemos de tender a la divinidad? ¡Claro que sí! Hemos de tratar de transcender nuestras propias sombras para sentir como Cristo siente, pensar como Cristo piensa y acutar como Cristo actúa. Sin embargo, hemos de reconocernos que somos seres humanos con contradicciones. Y también la iglesia, grupo humano, posee contradicciones y puntos negros o lados oscuros, como queramos llamarlos. Con eso también cuenta Dios. Pero al mismo tiempo es Dios mismo el que sueña una iglesia mejor. Y ahí sí que podemos nosotros hacer nuestras apuestas, hacer nuestra aportación. La mía, ¿sabes cúal es? hacer un discernimiento de lo que siento cuando escucho las cosas que escucho, hacerlo con la iglesia más cercana, en este caso, las Comunidades de Vida Cristiana de Málaga (CVX) y evitar la tentación de ir por libre. Sí me gustaría crear un espacio de acogida de gays que pudieran haberse creído que están lejos del Señor por ser gays o lesbianas. Si el Señor quisiera que fuese yo un humilde instrumento para poder acercarme a alguien que ha sufrido como yo he sufrido o más que yo y poderle decir: el Señor te quiere en paz y con paz..... ¡me encantaría poder ayudar como a mí me han ayudado otras personas a mantener la llama de la fe viva! ¡Claro que me gustaría colaborar con el Reino de Dios en la tierra, curando, sanando las heridas o mejor dicho, siendo instrumento para que el Señor, que es nuestra VIDA, siga curando y sanando corazones, personas, hombres o mujeres! Es normal que este tema te altere, mucho más con la unión que tenemos, que es también un grandísimo regalo del Señor. Pero quiero también que sepas que es el mismo Dios el que hace posible que haya paz en mi alma y que es el mismo Señor el que hace posible que, a pesar de intransigencias y de gestos o palabra que me hacen mucho daño y me han hecho daño, a lo largo de mi historia personal, es el Señor el que ha cuidado de mí. El Espíritu del Señor es el capitán de nuestra humilde fe. No se nos puede olvidar, prima, que Dios deposita en nostros la fe, es decir, que somos "recibidores" de este gran regalo. Está en nosotros cuidarla, eso sí que es verdad. Es como si le regalas algo a tu hijo pequeño y tu hijo lo cuida, porque sabe que es algo que tú le has regalado y que le gusta tenerlo y que le ayuda el regalo. Lo mismo pasa con la fe y el camino para cuidarla es muy sencillo: en tu caso, vivirla con la parroquia, con los cursillos, con tus ratos de oración a solas con el Señor. Ese tiempo de silencio con el Señor es fundamental e insustituible. Ahí es donde realmente se cuece el puchero: en esa intimidad con el Señor, en ese susuro interno que nadie sabe, nada ni nadie entra en ese espacio: solo tú y Dios. Ahí radica lo más hondo de la fe, prima. En esa intimidad de dos corazones: el tuyo y el de Cristo. Esa es la verdadera fuente del amor de Dios. Mientras que esa intimidad esté viva, nada nos debe angustiar. ¡Apostaremos por denunciar lo que creamos que no ayuda a un ser humano, claro que sí! Pero las instituciones cambian con muchísima lentitud y de ello también hemos de ser consciente. No podemos enturbiar toda la realidad que es la iglesia, con más luz que sombra, por estas cuestiones, donde la tradición y el conservadurismo sigue pudiendo más que la libertad del momento presente. También ahí hemos de apoyarnos en Cristo para decirle: ¿cómo hemos de vivir esto, Señor? ¿con qué espíritu quieres que viva estas realidades de  la iglesia, Señor? Y ya él se encargará de susurarnos al oído el modo y manera de hacerlo. Con esto te quiero decir que, si somos de alguien, no somos de tal o cual iglesia,o parroquia, o colegio,  ni de tal o cual movimiento.Como muy bien decía el mismo San Pablo en sus cartas: SOMOS DE CRISTO. Un besito enorme prima, y gracias por la energía tan fuerte que sale de tu corazón y que me ha encantado escucharte".

No hay comentarios: